Este es un blog dedicado tanto a los autores como a los lectores de los libros que han aportado historias, datos, e información sobre los personajes de la política mexicana principalmente contemporánea. Su fin, es darle a México el sustento bibliográfico que le permita conocer a fondo a quienes lo han gobernado.
A lo largo de la historia de México, el manejo fraudulento de los procesos electorales ha constituido la norma más que la excepción. Son muy pocas (notoriamente la de 1911) las elecciones que han quedado libres de sospecha. A partir de la fundación del PRI (entonces llamado PNR) en 1929, se han registrado y han quedado establecidos en el imaginario nacional al menos cinco grandes fraudes: los cometidos contra José Vasconcelos (1929), Juan Andreu Almazán (1940), Miguel Henríquez Guzmán (1952), Cuauhtémoc Cárdenas (1988) y Andrés Manuel López Obrador (2006). En consecuencia, los mexicanos de hoy hemos sido llamados “los hijos del fraude”.
El folleto "Fraude 2012", que recopila testimonios del presunto fraude en las elecciones presidenciales de este año, ya está circulando en las principales plazas del país y por internet.
En 48 páginas, los escritores Pedro Miguel, Elena Poniatowska, Paco Ignacio Taibo II, Héctor Díaz-Polanco, Fabrizio Mejía Madrid, Héctor Vasconcelos, Jesús Ramírez Cuevas, José Alfonso Suárez del Real y Sanjuana Martínez recapitulan cómo, cuándo y dónde se habría cooptado el voto para favorecer al abanderado presidencial del PRI, Enrique Peña Nieto, así como la planeación de la compra de sufragios.
“Además de uso propagandístico de las encuestas y la información manipulada por los grandes medios de comunicación, el PRI y su candidato llevaron a cabo una ilegal transferencia de recursos que no sólo rebasó el tope establecido por la ley para los gastos de campaña, sino que sirvió para consumar la más escandalosa compra de votos de la que se tenga memoria en el país”, se lee en la contraportada del texto, de distribución gratuita.
En sus páginas, se puede leer, por ejemplo, el relato que hace Paco Ignacio Taibo II de supuestos operadores del PRI en Zacatecas que, bajo las órdenes del gobernador Miguel Alonso Reyes, habrían regalado un vestido de XV años a una adolescente a cambio del voto de su familia para Peña Nieto.
"Compraron votos con despensas. Aquí no hubo tarjetas, aquí se compró con dinero en efectivo afuera de las casillas. Les pagaban hasta mil 500 pesos por voto. Hubo boletas dobles en las urnas. 'Tenemos fotos, videos, todas las pruebas de la cochinada'", escribió la periodista Sanjuana Martínez sobre María Celia Suárez Galván, candidata a la alcaldía de Mina, Nuevo León.
O la narración de Elena Poniatowska sobre priistas que presuntamente repartían salas en el tianguis de la colonia Martín Carrera, en la Ciudad de México, a cambio de la credencial de elector; o el cartel "Un pollito por tu voto", con el que operadores del tricolor intercambiaban pollos rostizados por sufragios en Ciudad Obregón, Sonora.
Además de un extracto de la entrevista que dio el 3 de julio a W Radio la entonces candidata panista al Senado en Hidalgo, Xóchitl Gálvez, quien dijo que, para comprar votos, los priistas habrían puesto billetes de 500 pesos en bolillos para la tortas de tamal que se regalaban a indígenas de la Huasteca.
Historias de supuestos muertos que votaron por Peña Nieto, de una bodega en Tlaxcala con despensas del PRI, de la operación “Círculo rojo” en Querétaro, de los taxis de Colima que transportaban gente para votar por la coalición "Compromiso por México", entre otras.
"A partir de la fundación del PRI (entonces llamado PNR) en 1929, se han registrado y han quedado establecidos en el imaginario nacional al menos cinco grandes fraudes: los cometidos contra José Vasconcelos (1929), Juan Andreu Almazán (1940), Miguel Henríquez Guzmán (1952), Cuauhtémoc Cárdenas (1988) y Andrés Manuel López Obrador (2006)", dice el folleto, cuya portada son dos tarjetas, una con el rostro de Peña Nieto y otra de Soriana.
Según lo dicho por Andrés Manuel López Obrador, candidato de la izquierda a la presidencia de la República, "Fraude 2012" tendrá un tiraje de 300 mil ejemplares a cargo de la editorial "Para leer en libertad" de Paco Ignacio Taibo II, que serán repartidos en 140 asambleas informativas en las principales ciudades del país.
Además, está disponible en la página oficial del tabasqueño (www.amlo.org.mx) y del PRD, PT, Movimiento Ciudadano y Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), que patrocinaron su publicación.
Paco Ignacio Taibo II, Elena Poniatowska, Héctor Díaz Polanco, Fabrizio Mejía Madrid, Héctor Vasconcelos, Sanjuana Martínez, Pedro Miguel, Jesús Ramírez Cuevas y José Alfonso Suárez del Real.. Fraude 2012. México: Para Leer en Libertad AC, 2012. 50 pp. Publicación de Distribución Gratuita.
Todavía tengo problemas para recordar su rostro. Pero no me siento capaz de olvidar su historia . Charles Bowden. Editado por dos de los mas respetados escritores sobre el crimen y la violencia en México, El sicario es el testimonio de un asesino a sueldo que, afincado en el sangriento teatro del narcotráfico mexicano, secuestro, torturo y asesino durante mas de veinte anos. Después de alejarse de tan terrible oficio y de entregarse a la religión, decidió contar su historia. El monologo que emerge en estas paginas, estremecedor y sin precedentes, da voz a la violenta realidad que consume al país. Esta confesión esta motivada solo por su negación a convertirse en una estadística mas en el fracaso de México. En este libro, el sicario no solo describe la tortura y el asesinato: deja al descubierto la corrupción total del Estado mexicano. En su mundo, el terror y la masacre son simples herramientas tanto para los carteles como para la policía mexicana. Hoy vive en Estados Unidos como fugitivo. Un cartel ofrece 250 mil dolares por su cabeza. Otro lo busca incesantemente para reclutarlo. Habla como hombre libre y por voluntad propia: no existen cargos contra el ni en Estados Unidos ni en México. Es una voz solitaria. Hay miles como el en México y habrá más en otros lugares, pero nadie con sus antecedentes ha dado hasta ahora un paso al frente para contarlo todo. El es la verdad que nadie quiere oír, la cara escondida de la guerra contra el narcotráfico."
“Well, it may be the devil or it may be the Lord, but you´re gonna have to serve somebody”
Bob Dylan, Gotta Serve Somebody
“Este libro me recuerda en cierta forma a “La Ilíada”, un mundo encerrado y extraño que saca a flote las mentiras y las falsedades de nuestro mundo. En “La Ilíada”, los seres humanos son juguetes para el placer de los dioses. En este libro, los seres humanos son juguetes que son torturados y asesinados por fuerzas invisibles, cubiertas por la máscara del Estado mexicano. Y en este mundo, cada Aquiles o Héctor aprende esta realidad a medida que cae en los agujeros y se le cubre con cal” dice Charles Bowden, co editor , junto con Molly Molloy, de la obra “Sicario. Autobiografía de un asesino a sueldo”, de editorial Grijalbo.
Este es el libro del multipremiado documental proscrito en México “El Sicario: Room 164”
“Room 164” se refiere a la habitación en la cual Charles Bowden y el cinestasta italiano Gianfranco Rosi entrevistaron por cinco días a un sicario que les narró veinte años de su vida como asesino a sueldo del cártel de Juárez.
En México, solamente la revista Proceso en la edición número 1788, dio cuenta el año pasado de la existencia de este documental, aclamado en Europa y prohibido en México.
¿Por qué un asesino a sueldo decide hablar? ¿cuál es la motivación de un ser despiadado para contar su historia? ¿qué persigue este sujeto? ¿es una trampa, una cortina de humo, un distractor para confundir y polarizar a la opinión pública nacional e internacional?
Parece que no.
¿Por qué habla, entonces?
Charles Bowden se enteró del Sicario por una fuente confidencial, que le había proporcionado un lugar para esconderse después de su fuga del cártel y después de pasar por varios filtros, el periodista se atreve a afirmar.
“El sicario no pretende, con su historia, acumular elogios ni gloria; insiste en que ni su rostro, ni su voz, ni su nombre pueden ser dados a conocer. Sus palabras no contienen exageración o jactancia. Nuca admite saber más de lo que ha experimentado. Cuando habla de cosas que sólo conoce de oídas, o cuando especula, se encarga de dejarlo claro. Como nunca ha sido acusado de algún delito, no tiene ninguna razón para negociar con ningún representante de la ley”
Sigue, empero la pregunta latente ¿por qué habla? Dice Bowden:
“Él cree que Dios le dio una nueva vida y que debe aprovecharla para decirle a los que siguen en el mundo de las drogas, que la salvación es posible. Quiere expiar algunas de sus culpas explicando cómo funciona en realidad el sistema mexicano”
Y retoma la pregunta original:
“¿Por qué debo creer que la salvación de Dios está a disposición de un hombre que ha cometido estos crímenes? Yo respondería que esto es lo que él cree, y que es capaz de explicarlo con claridad. Él cree que ha sido salvado por la gracia de Dios y que está vivo porque el propósito que tiene Dios para él es conducir a los demás lejos de esa vida. Él tiene mucho que expiar y es un neófito en cuanto a vivir una vida cristiana. Comienza de la nada y al final no tiene nada. Cree que la única fuente de perdón es la gracia y el amor de Dios”
En el inter, el sicario explica cómo funciona lo que denomina “la administración del crimen” en México.
La plaza
“La delincuencia y el gobierno se reúnen en el concepto mexicano de “La plaza”. En México, la palabra tiene un sentido específico –además del metafórico- : es el centro de un pueblo o ciudad (…) quien controla la plaza, mantiene el crimen en orden. Rentable para el Estado”
¿Cuál es el problema entonces?
“(…) con los miles de millones que hoy producen la cocaína, la marihuana y la heroína, los criminales comenzaron a dictar los términos –el infame “plata o plomo”-. La policía puede elegir entre tomar el dinero que le ofrece la organización criminal o morir asesinada”
Los cárteles
“En el mundo legítimo, la palabra “cártel” se refiere a un grupo de empresas que buscan controlar un mercado. Las leyes antimonopolio en Estados Unidos fueron creadas originalmente para desmontar los cárteles”
Y agrega:
“En México, los clanes de la droga no han sido capaces de controlar por completo el mercado: siempre han tenido que lidiar con operadores de poca monta que buscan competir. Cuando los descubren, son asesinados. Los que mueven los hilos en las empresas estadounidenses, están acostumbrados al trabajo duro, a hacer mucho dinero y, al final de su vida económica útil, son despedidos o se retiran con un paracaídas dorado. Los ejecutivos del cártel, en ese mismo punto vital de sus carreras, son con frecuencia ejecutados”
El presidente Felipe Calderón
Al respecto, dice Molly Molloy:
“(…) Robar elecciones en México es una tradición nacional, y muchos ciudadanos ven a Calderón como un presidente ilegítimo”
“Poco después de asumir el cargo, Calderón posó en uniforme militar –un tabú en México desde la Revolución-. Su iniciativa de trasladar 45 000 soldados para luchar contra los cárteles de la droga fue interpretada por muchos como una táctica para reforzar su controvertida, y muy débil, presidencia – un paso importante para demostrar que tiene “la mano dura”(…)”
El Chapo Guzmán
“Muchos mexicanos comenzaron a notar que el cártel de Sinaloa, encabezado por Joaquín Guzmán, el Chapo, parecía estar al margen de la campaña militar. Edgardo Buscaglia, un abogado experto en el crimen organizado en la ciudad de México, analizó las estadísticas de seguridad pública y determinó que: sólo 941 de las 53174 personas arrestadas por pertenecer al crimen organizado, en los últimos seis años, tenían que ver con Sinaloa”.
En esta obra, los editores hablan también, al margen de las declaraciones del sicario, del periodista Víctor Manuel Oropeza, del general Gutiérrez Rebollo, de José Luis Santiago Vasconcelos y Juan Camilo Mourino y demás personajes clave en este sexenio del presidente Felipe Calderón.
Como profesora, estimado lector, me interesó la parte que el sicario cuenta al respecto de su educación. Le atraían las artes y le gustaba mucho el piano
“Oh –suspira- de niño tomé clases de piano. Un profesor de Juárez había establecido una escuela para enseñar a niños que podían pagar muy poco dinero. Mi madre me inscribió en la escuela y ahí había una habitación llena de pianos antiguos (…) Recuerdo que intenté aprender las notas…do, re, mi… y si pulsaba la tecla equivocada, el maestro me golpeaba los nudillos con la regla…Lo hizo varias veces hasta que finalmente me enfurecí y le devolví el golpe. Me echaron de la escuela. Mi madre estaba tan avergonzada. Yo tenía 10 años”.
Y no puedo dejar de pensar, como también afirma Bowden, lo que podría haber sido de la vida de este hombre si hubiera nacido en un país donde existieran oportunidades para una persona de la clase trabajadora, con aguda inteligencia, conocimientos técnicos, habilidades analíticas y una mente inquieta en busca de nueva formación.
“Podría haber sido un contador, un ingeniero o un arquitecto (como su madre imaginaba). O podría haber elegido una carrera en la academia y convertirse en funcionario de alto nivel”
Si, podría. En una sociedad, como se aprecia en el documental de Bowden, que tuviera siquiera los rudimentos de un sistema basado en el mérito, el sicario habría sido un hombre de éxito, sin duda.
Y no, eso no es una excusa para convertirse en un asesino.
Molly Molloy y Charles Bowden. El Sicario: Autobiografía de un asesino a sueldo. México: Random House Espanol, 2012. 177 pp. ISBN-10: 0307951448, ISBN-13: 978-0307951441
¿Cómo llegamos al estado de violencia en el que el país está sumido? ¿Cómo creció el crimen organizado hasta el punto de que, como señala Alberto Buscaglia, ya son veintidós los giros que éste maneja? Los que nacimos antes de que se diera esta debacle, no reconocemos al México actual. La confusión nos invade. Historiador de formación y periodista de investigación, Juan Alberto Cedillo —quien escribió el bestseller Los nazis en México— en su nuevo libro, La cosa nostra en México (1938-1950), Grijalbo, 2011, nos ayuda a aterrizar lo que intuíamos, pero no podíamos afirmar: México se vio involucrado en el crimen organizado americano desde el fin de los años treinta. Juan Alberto Cedillo se ha metido en las informaciones que Estados Unidos ha soltado sobre esa época y que pueden encontrarse en Internet, desde donde realizó su investigación. A partir de esta documentación ató cabos: la mafia italiana se inmiscuyó en los altos mandos del gobierno mexicano desde finales de los años treinta, en particular con el presidente Miguel Alemán. Luchy Luciano fue uno de los mafiosos americanos de origen italiano que penetró en las esferas de poder mexicano, en gran parte gracias a una prostituta “apostadora profesional, experta en lavado de dinero y mensajera de los capos”, Virginia Hill, hermosa e inteligente, casada y viuda del gángster Benjamín Bugsy Siegel. Ella fue una de las amantes del presidente Miguel Alemán. Esta pelirroja y bella mujer tuvo todo el dinero necesario para organizar grandes fiestas para los empresarios mayores y los políticos de gran rango, incluso volviéndose amante de varios de ellos, incluido el presidente Miguel Alemán, para que la droga penetrara en México. Colusión del gobierno con la mafia. ¿Les dice algo? La corrupción de los gobiernos con el crimen organizado es algo que se documenta desde tiempos atrás, lo mismo desde el sexenio de Miguel Alemán hasta tiempos “calderonianos” y estos abusos lo mismo se cometen en los gobiernos priistas que en los panistas, afirmó el periodista José Reveles, al presentar el libro “La Cosa Nostra en México” de Juan Alberto Cedillo, en donde dijo que las revelaciones de esta obra son aplicables a la realidad, pues los lazos entre el poder y la mafia son una constante en la realidad del país. "Siguientes gobernantes seguir cometiendo abusos, tropelías y robos en despoblado y no estoy hablando de los 70 años del PRI, sino que ahí no hubo transición, es la misma política del saqueo del país porque no hubo alternancia sino cambio de colores en Los Pinos. Entonces no hay gran variedad entre lo que ocurría en tiempos de Alemán o de Zedillo con z, que o en tiempos calderonianos", aseveró. ¿Por qué llegamos a estos niveles de violencia y de crimen? Creemos que no hay una sola respuesta, pero que el valiente libro de Cedillo, La cosa nostra en Mexico, nos da muchas pistas para entenderlo.
La Cosa Nostra en México, es un libro que narra la influencia de la mafia italiana en nuestro país después de la Segunda Guerra Mundial. El ex presidente de México Miguel Alemán tuvo relación con Virginia Hill, amante del capo italiano Bugsy Siegel, describe el escritor Juan Alberto Cedillo.
El periodista Arturo Rodríguez, al presentar esta obra comentó que refleja esa obsesión por la historia que caracteriza a Cedilllo, y la intención de darle continuidad al periodismo histórico que inició con su libro “Los Nazis en México”.
Agregó que el origen de La Cosa Nostra en México, fue un poco accidentada ya que en un principio había la intención de realizar una investigación sobre la famosa narcoabogada Silvia Raquenel, que días antes de ser asesinada, fue entrevistada por Juan Alberto Cedillo en su oficina, para un trabajo que estaba realizando para la agencia EFE, “intentaba organizar unas ideas que pudieran en un futuro servir para realizar un perfil biográfico de un personaje tan emblemático en el mundo del hampa”.
Días después, de esa entrevista Cedillo ya había identificado no solo a Raquenel sino a una serie de mujeres que a través del último siglo se habían vinculado con diferentes actividades criminales, entre las que sobresalía sin lugar a dudas Virginia Hill, mujer que la mafia italiana había designado su embajadora en México y que logró infiltrar las altas esferas del poder económico y político en México”.
Ante Virginia Hill, la vida y la historia de Silvia Raquenel se convertía en un personaje solo de coyuntura. Hill, se involucró con la mafia cuando apenas tenía 17 años, pues siendo mesera en un restaurante de Chicago conoció a Al Capone y Lucky Luciano, llegó a México en 1948, con 32 años, enviada por Luciano, con la encomienda de establecer contactos con las autoridades mexicanas para poder garantizar el abasto de heroína a Estados Unidos y convertir al puerto de Acapulco en una zona de casinos y prostíbulos, como lo hicieron en la cuba del dictador Fulgencio Batista.
De acuerdo con el autor, La Cosa Nostra, es la mafia Ítalo-estadounidense operando en los Estados Unidos que se crea con la prohibición en aquel país del alcohol con la Ley Seca con la intención de tener un país libre de vicio pero lo que creó fue el crimen organizado. "Esa mafia que estaba operando en los Estados Unidos durante todos los 20, se crea después de la prohibición, empieza a funcionar con el tráfico de alcohol y todo eso, cuando se levanta la prohibición, pierden esos ingresos y le entran a las drogas”.
Para Cedillo la prohibición del alcohol fue la gran detonante de lo que hoy estamos viviendo, el crimen organizado, primero en Estados Unidos que después influencia a México. Antes de la Segunda Guerra Mundial, la mafia adquiría grandes cantidades de opio y heroína en Europa, así como en Asia Central pero cuando se les corta el suministro "se dan cuenta que México tiene un zona muy importante en Sinaloa donde se produce la amapola.
La Cosa Nostra en México, narra que el famoso capo Bugsy Siegel el creador del casino Flamingo de Las Vegas, venía a comprar la droga a Sinaloa, al morir Bugsy se pierden las conexiones con los distribuidores, entonces la mafia manda a Virginia Hill a restablecerlas y hacer lo necesario para abrir un gran casino en la Isla de Roqueta en Acapulco, lugar que se estaba convirtiendo en el nuevo centro turístico del mundo.
Juan Alberto Cedillo, aclara que “Acapulco era importante porque ahí se estaban reuniendo los millonarios, había grandes inversiones y se estaban construyéndose los grandes hoteles. Hill en 18 meses, se relacionó con altos funcionarios, que operaron para el tráfico de drogas, siendo el más importante Carlos I Serrano, hombre cercanísimo a Alemán y entonces líder del Senado, traficaba heroína usando para ello los recursos del Estado, lo cual está comprobado y está asentado en la documentación que la (agencia) antecesora de la DEA tiene sobre Serrano y también del capitán piloto aviador Luis Amezcua, también persona muy cercana al ex mandatario, lo que le dio oportunidad incluso de transportar droga en el avión presidencial.”
Estos datos, sumados a las columnas de sociales que reseñaban con puntual precisión la visita de Frank Costello o la pertenencia de un socialité gerente del sitio más exclusivo de la ciudad de México a esta organización criminal, son evidencia clara y pública de esta relación simbiótica entre funcionarios del sexenio de Miguel Alemán y el hampa. De hecho el texto deja de manifiesto la relación que existía entre Miguel Alemán y Virginia Hill, así como algunas otras historias de amantes del Presidente Alemán.
José Reveles, quien también presentó el libro, comentó que la obra contiene páginas fascinantes donde se mezclan el poder político, empresarios, policías, mujeres bellas y mafiosos metidos en turbios negocios, de los que ninguno en México fue a dar a la cárcel, como ahora.
Ambos periodistas José Reveles y Arturo Rodríguez, destacaron que a través los datos del pasado aportados en La Cosa Nostra en México, podemos comprender mejor nuestro presente, ya que “nos permite conocer a muchos personajes históricos como lo que son, como esos grandes déspotas tiranos que contribuyeron a la formación de la gran tragedia nacional, que tiene sumido al país en una espiral de violencia”.
Juan Alberto Cedillo. Los negocios de Lucky Luciano y la mujer que corrompió al gobierno mexicano. México: Grijalbo Mondadori, 2011. 157 pp. ISBN-10: 6073104790, ISBN-13: 978-6073104791
Un libro revelador e impactante que detalla por primera vez la forma en que la DEA ha intervenido en México desde su creación en 1973, y cómo lo sigue haciendo y lo hará en el futuro… porque llegó para no irse nunca. Hasta hoy no se había escrito una investigación como ésta. Se sospechaba que la DEA operaba en el territorio nacional con entera libertad, pero se carecía de evidencias como las que aquí presenta J. Jesús Esquivel - corresponsal en Washington del semanario Proceso - a través de los testimonios directos de agentes antinarcóticos. Ellos nos cuentan cómo operan, cuáles son sus métodos de investigación, cómo se allegan informantes y cuál es la relación que establecen con las autoridades, las fuerzas armadas y las policías nacionales, así como con narcotraficantes y otras agencias norteamericanas. Entre otras valiosas revelaciones, la DEA en México documenta cómo los agentes estadounidenses recorren el país ilegalmente armados, algo que el gobierno mexicano ha ocultado, al mismo tiempo que contiene referencias abiertas y directas sobre la corrupción imperante entre todos los involucrados nacionales en el combate a las drogas. Por añadidura, se da a conocer un documento interno de la DEA que describe paso a paso la investigación que en 2005 condujo al descubrimiento de narcofosas en Ciudad Juárez, donde sale a la luz cómo el Departamento de Justicia de Estados Unidos protegió a un informante que perpetró un asesinato mientras colaboraba con esa misma dependencia. Finalmente, siempre desde la óptica de los agentes extranjeros, se reconstruye la lucha contra las drogas desde los años setenta y se relata la historia de los principales capos, como Amado Carrillo Fuentes, Juan García Ábrego y, por supuesto, El Chapo Guzmán, a quien "no se atrapa porque el gobierno mexicano no quiere hacerlo", según sostienen los entrevistados.
Para agentes antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus
siglas en inglés), Amado Carrillo Fuentes, El señor de los cielos, ha sido el narcotraficante más inteligente y
peligroso que ha tenido el país. Joaquín El
Chapo Guzmán Loera se transformó en un personaje conocido en casi
todos los rincones del planeta gracias a los medios de comunicación, y el
gobierno mexicano, por corrupción, no lo ha detenido. Osiel Cárdenas mataba a
la gente por placer, era un sicópata y un criminal despiadado. Juan García
Ábrego, un poco cobarde, y Los
Zetas, la chusma del narcotráfico mexicano, señala el libro La
DEA en México, una historia oculta del narcotráfico contada por los agentes,
escrito por el periodista mexicano Jesús Esquivel.
En entrevista con La Jornada,
habla de su texto, en el cual relata cómo operan los agentes de la DEA en
México; cómo han tenido que tragarse las traiciones de sus contrapartes, a
quienes no denuncian, haciéndose cómplices de los funcionarios públicos
comprados por los traficantes, para no afectar sus operaciones.
En el libro editado por Grijalbo se
presentan revelaciones en casos como la muerte del agente de la DEA Enrique
Camarena; la captura y extradición de Juan García Ábrego y la confirmación de
la muerte de Amado Carrillo.
En el texto, agentes en activo y retirados
aseguran al informador que la estrategia contra el crimen organizado que
impulsó Felipe Calderón empeoró la situación del tráfico de estupefacientes,
generó el surgimiento de nuevas organizaciones y sólo logró la captura de capos
de segundo o tercer nivel.
–¿Qué fue lo más difícil para realizar el
libro?
–Conseguir agentes que estuvieran
dispuestos a hablar de su trabajo en México y, sobre todo, que lo hicieran con
nombre y apellido, porque hay varios que siguen en activo. La idea era escribir
una radiografía de la DEA, cómo opera, lo que en realidad hacen sus agentes en
el país y cómo actúan, en qué se equivocó la agencia.
–Tu libro da la idea de que en realidad la
DEA regula el tráfico de enervantes, ¿es así?
–Su objetivo primario es detener
cargamentos que van hacia Estados Unidos. Si por añadidura logran ubicar algún
integrante de un cártel, esa información se la pasan al gobierno
mexicano. Su gran ambición es arrestar y enviar a su país a los jefes de
los cárteles, aunque saben que no en todos los casos lo van a
lograr.
–¿Confían en las autoridades mexicanas?
–¡En nadie!
–¿Los agentes de la DEA andan armados en
México?
–Sí. Además, entran a México como
administradores técnicos o personal de la embajada, y no se reconoce
oficialmente. Como tampoco que han acompañado a autoridades durante operaciones
y detenciones, como las de Miguel Ángel Félix Gallardo, Rafael Caro Quintero,
Juan García Ábrego, el general Jesús Gutiérrez Rebollo y Vicente Zambada
Niebla, El Vicentillo (hijo de Ismael El Mayo Zambada),
que se llevaron a cabo por información de la DEA.
–¿A qué políticos mexicanos investigaron?
–Uno de los casos fue Raúl Salinas, pero
no le pudieron comprobar nada. También recibieron información del presidente
Carlos Salinas, y tampoco. De Genaro García Luna han escuchado muchas cosas,
pero insisten en que no han acreditado nada.
“Tienen maneras sutiles de jalarle los
hilos al gobierno de México. Uno de los entrevistados me decía: ‘Cuando nos
llega un informe y ya corroboramos que fulano está metido o un gobernador,
pedíamos una reunión con él, le mostrábamos lo que sabíamos. Se lo dejamos nada
más para que se entere, saliendo de su oficina todo estaba bien de nuevo’. No
van a cambiar su táctica porque les ha dado resultados por más de 30 años”.
–¿Cuántos agentes tiene la DEA en México?
–54, y cada uno, en promedio, opera con 15
informantes. Tienen infiltrados en el gobierno, en las policías, en los cárteles.
Sus pagos van de 500 a 7 mil dólares mensuales. Además, los estadunidenses
también realizan operaciones encubiertas en nuestro país, se hacen pasar por
narcotraficantes interesados en negociar con los grupos mexicanos. Cuentan con
dos centros de inteligencia en México, uno en el Distrito Federal y otro en el
municipio de Escobedo, en Nuevo León. Además, oficinas regionales en Mazatlán,
Mérida, Monterrey, Matamoros, Guadalajara, Ciudad Juárez, Nuevo Laredo,
Hermosillo y Tijuana
–¿Hay casos de corrupción de los agentes
de la DEA en México?
–Registrados, ninguno en activo.
En su libro, Jesús Esquivel narra que los
agentes estadunidenses han llegado incluso a cometer actos de
corrupción y a encubrir crímenes de mexicanos y ciudadanos estadunidenses que
pudieron prevenirse, pero que los agentes extranjeros sacrificaron por salvar
el pellejo a sus informantes, pues de sus fuentes confidenciales obtienen
la esencia de sus investigaciones, y son narcotraficantes, militares, policías,
marinos y funcionarios.
Asimismo, apunta que una de las
verdades más importantes de la misión de la DEA en México es la
“relación convenciera con los cárteles del narcotráfico”, ya
que los agentes entrevistados reconocen que “es consciente que si un cártel filtra
información detallada de uno de sus enemigos, es porque por otro punto (de la
frontera) ese grupo está pasando un cargamento tal vez mayor”.
De Felipe Calderón, los agentes de la DEA
consideran que los golpes al narcotráfico no mermaron el trasiego de drogas. Al
contrario (...) generaron y provocaron la violencia que azota al país, y si
Joaquín El Chapo Guzmán sigue libre fue por la
enorme corrupción que se expandió en el gobierno de Calderón.
"La DEA en México" (Jesus Esquivel), Entrevista en CNN con Carmen Aristegui. 2013 J. Jesus Esquivel . La DEA en México: una historia oculta del narcotráfico contada por los agentes. México: Grijalbo Mondadori, 2013. 252 pp. ISBN-10: 6073116187, ISBN-13: 978-6073116183
The product of five years’ investigative reporting, the subject of intense national controversy, and the source of death threats that forced the National Human Rights Commission to assign two full-time bodyguards to its author, Anabel Hernández, Narcoland has been a publishing and political sensation in Mexico. The definitive history of the drug cartels, Narcoland takes readers to the front lines of the “war on drugs,” which has so far cost more than 60,000 lives in just six years. Hernández explains in riveting detail how Mexico became a base for the mega-cartels of Latin America and one of the most violent places on the planet. At every turn, Hernández names names – not just the narcos, but also the politicians, functionaries, judges and entrepreneurs who have collaborated with them. In doing so, she reveals the mind-boggling depth of corruption in Mexico’s government and business elite. Hernández became a journalist after her father was kidnapped and killed and the police refused to investigate without a bribe. She gained national prominence in 2001 with her exposure of excess and misconduct at the presidential palace, and previous books have focused on criminality at the summit of power, under presidents Vicente Fox and Felipe Calderón. In awarding Hernández the 2012 Golden Pen of Freedom, the World Association of Newspapers and News Publishers noted, “Mexico has become one of the most dangerous countries in the world for journalists, with violence and impunity remaining major challenges in terms of press freedom. In making this award, we recognize the strong stance Ms. Hernández has taken, at great personal risk, against drug cartels.” This updated edition includes a new chapter detailing the arrest of “El Chapo” Guzman, the notorious leader of the Sinaloa Cartel, whose incredible escape from his previous incarceration was exposed as an inside job by this book.
Since December 2010, I have lived with death
threats because I have documented and revealed corruption at the highest levels
in the Mexican government. My family has been attacked, I have to live with
bodyguards and some of my sources have been killed or are in jail.
But my case is just one of many. A
large number of journalists and
human rights activists -- as well as those who denounce corruption in Mexico --
receive similar threats or have been killed. And the biggest danger is not in
fact the drug cartels, but rather the government and business officials that
work for them and fear exposure.
My new book "Narcoland" is the result of five grueling years of
research. Over this time I gradually became immersed in a shadowy world full of
traps, lies, betrayals, and contradictions.
The data I present is backed up by numerous legal
documents, and the testimony of many who witnessed the events first-hand. I met
people involved in the Mexican drug cartels and spoke to police and army
officers, U.S. government officials, professional hit men, and priests --
figures who know the drug trade inside out. From this I found complicity at the
heart of Mexican government, business, police and drug cartels.
The worst, and most violent, face of corruption in
Mexico is drug trafficking -- an industry that is estimated to have left more
than 60,000 people dead, and more than 26,000 missing in the last six years.
And things are getting worse. Between January and July this year it is
estimated that 10,000 people in Mexico have died at the hands of the drug
cartels.
The business of producing, trafficking and selling
illicit drugs has become increasingly attractive to people around the world --
a lucrative market considering that consumption is increasing globally. Mexico
is now the world's second largest cultivator of opium poppy and, according
to the CIA Factbook, in 2007 was
the largest foreign supplier of marijuana and methamphetamine to the U.S.
market.
The story of how Joaquín "El Chapo"
Guzmán Loera -- a man widely considered as the most powerful drug trafficker in
the world -- became a great drug baron, the king of betrayal and bribery, and
the boss of top Federal Police commanders, is intimately linked to a process of
decay in Mexico where two factors are constant: corruption, and an unbridled
ambition for money and power.
I read avidly the thousands of pages of evidence in
the case of El Chapo's "escape" from jail. Through dozens of
statements given by cooks, laundry workers, inmates, detention officers, and
prison police commanders it was confirmed to me that in 2001 El Chapo did not escape
from Puente Grande in that famous laundry cart: instead, high-ranking officials
took him out, disguised as a policeman.
Semi-illiterate peasants like El Príncipe, Don
Neto, El Azul, El Mayo, and El Chapo would not have got far without the
collusion of businessmen, politicians, and policemen, and all those who
exercise everyday power from behind a false halo of legality.
We see their faces all the time, not in the mug
shots of most wanted felons put out by the Attorney General's Office, but in
the front-page stories, business sections, and society columns of the main
papers. All these are the true godfathers of Narcoland, the true lords of the
drug world.
Currently, all the old rules governing relations
between the drug barons and the centers of economic and political power have
broken down. The drug traffickers impose their own law. The businessmen who
launder their money are their partners, while some local and federal officials
are viewed as employees to be paid off in advance, for example by financing
their political campaigns.
The culture of terror
encouraged by the criminal gangs through their grotesque violence produces a
paralyzing fear at all levels of society.
Finishing this book demanded a constant battle
against such fear. They have tried to convince us that the drug barons and
their cronies are immovable and untouchable, but this book offers a modest
demonstration of the contrary.
As citizens or as journalists, we must never allow
the state and the authorities to give up on their duty to provide security, and
simply hand the country over to an outlaw network made up of drug traffickers,
businessmen, and politicians.
Since its publication in Mexico,
"Narcoland" has sold more than 200,000 copies -- astounding in a
country with high levels of poverty and incredibly low levels of literacy
compared to the American-European book-buying market.
It seems to me that the tide of public opinion is
changing in Mexico; people no longer accept the view that the Mexican
government are at war with the drug cartels.
The levels of violence, murder, trafficking, child
pornography and kidnapping in Mexico at the moment is simply catastrophic.
In line with the increase in drug consumption
across the world, the cocaine business has become more powerful than anyone
could have imagined. The money created from this has allowed drug cartel
criminals to buy whatever they want -- whether that is people, governments,
police, land or impunity.
This corruption spreads across the world; Europe
has become on the biggest importers of Mexico's trafficked drugs.
It is important that people in London, Paris or New
York understand that when they buy a gram of cocaine they have blood on their
hands.
The world needs to work with Mexico to combat this
21st-century form of warfare; fight against drug trafficking and organized
crime has to be global.
* In response to CNN's request for comment on
this article, the Embassy of Mexico to the U.K. said the Mexican government was
fully committed to upholding the rule of law.
"President Enrique Peña Nieto prioritizes a
Mexico in peace as the first national goal," the embassy said.
"The National Security Strategy has been
raised to the level of State Policy, and is underpinned by a multidimensional
security focus that puts the wellbeing of citizens and the forefront of its
concerns, by emphasizing prevention and the reduction of crime.
"This new focus is not only designed to
enforce the law and, if need be, for the State to make use of force in order to
guarantee safety, but also to counteract the vulnerabilities created by
consumption and violence through the implementation of social programs."
Narcoland: Journalist Braves Death Threats to Reveal Ties Between Mexican Government & Drug Cartels [Youtube Channel: Democracy Now!] Anabel Hernández. Narcoland: The Mexican Drug Lords and Their Godfathers. USA: Verso, 2014. 416 pp. Language: English. ISBN-10: 1781682968, ISBN-13: 978-1781682968.
En el año 2000, cuando el PRI dejó al fin la presidencia de México, en el noreste del país nacieron Los Zetas, una banda que entonces parecía una anécdota fugaz dentro del mundo del narco. Doce años después, el PRI regresa al poder y Los Zetas parecen eternos mientras libran una guerra contra el cártel de Sinaloa, la organización criminal más fortalecida durante los gobiernos del PAN. En esta aproximación inédita a una región fronteriza que a diferencia de Tijuana y Ciudad Juárez ha sido poco documentada, Diego Enrique Osorno recorre los sitios que han padecido los mayores estragos de violencia causados por la guerra declarada por Felipe Calderón. En un itinerario que abarca pueblos y ciudades de Nuevo León y Tamaulipas, el autor habla con pobladores, generales, jóvenes sicarios, alcaldes, periodistas, policías, empresarios, emigrantes, familiares de desaparecidos y vendedores de armas. Consigue información reveladora, entre la que destacan las confesiones de Óscar López Olivares, el Profe, quien, junto a Juan Nepomuceno Guerra y Juan García Ábrego, fundó el cártel del Golfo. Su relato en voz propia ofrece claves cruciales para conocer la raíz histórica de lo que sucede hoy en día. Así, a lo largo de este viaje, el lector va conociendo cómo durante la transición democrática fallida ocurrió el colapso de la añeja narcopolítica del PRI con la nueva necropolítica del PAN. En definitiva, La guerra de Los Zetas arroja luz sobre los secretos del lugar donde se libra la batalla más importante del México del inicio del siglo XXI.
Con la llegada de Felipe Calderón a la presidencia hace seis años se inició uno de los períodos más escalofriantes de nuestra historia.
"Buscar a un hijo desaparecido en Tamaulipas es recorrer el mundo al revés" – Diego Enrique Osorno
Con la llegada de Felipe Calderón a la presidencia hace seis años se inició uno de los períodos más escalofriantes de nuestra historia. Fue entonces cuando la denominada ‘Guerra contra el Narcotráfico’ comenzó a convertirse en un justificativo de titulares y noticieros -hecho un tanto sesgado para quienes no lo viven de cerca- y una terrible pesadilla para quienes los ‘levantones’, los descabezados y los ‘colgados’ son una realidad que sucede afuera de sus casas.
Entre las referencias a las que nos hemos acostumbrado se encuentra una que, aunque presente en la vida diaria del país desde que el sexenio foxista iniciara, ha cobrado mayor fuerza en los últimos años: Los Zetas. Alrededor de tal nombre giran innumerables acontecimientos, anécdotas, mitos y también hechos que forman ya parte de una realidad que nos atañe a todos los que habitamos este país. Sobre ellos y las repercusiones que en la vida de México tiene su presencia trata el más reciente trabajo de Diego Enrique Osorno.
En La Guerra de los Zetas el también autor de El Cártel de Sinaloa y País de Muertos nos lleva a transitar por los parajes en los que hoy por hoy se libra la peor batalla, ésa que ha sido silenciada por diversas razones que responden a intereses de todo tipo pero cuyo horror semeja al de las peores barbaries de la historia de la humanidad. Es ahí justamente, en ciudades y auténticos pueblos fantasma de Nuevo León y Tamaulipas donde Osorno ha rastreado las historias que dan vida a éste, su más reciente trabajo periodístico.
Del terrible caso de Ciudad Mier a lugares como Guardados de Abajo o San Fernando, – donde el autor asegura que “han ocurrido las mayores matanzas del siglo XXI no sólo en México, sino en todo el hemisferio occidental”- pasando por testimonios de personajes como el empresario y presidente municipal de San Pedro Garza García, Mauricio Fernández Garza o Melchor Flores, padre del ‘Vaquero Galáctico’ -uno de los miles de desaparecidos durante este oscuro periodo de tiempo-, el trazo de Osorno es preciso y sin concesiones de ningún tipo aportando datos escalofriantes y poniendo sobre la mesa temas que no siempre logran llegar a las mesas de discusión, sean éstas mediáticas o personales.
¿A quiénes beneficia esta ‘guerra’? ¿Quiénes son los principales afectados? ¿Qué secretos esconden estos lugares que hoy parecen sets de filmación de pesadillas apocalípticas? ¿Qué es la necro-política? ¿Cómo ha reaccionado el pueblo ante la situación? Todas y cada una de dichas preguntas encuentran enLa Guerra de los Zetasclaros elementos para poder ser contestadas o al menos, para comenzar a ser entendidas. Todo, producto de la meticulosa manera con la que este “gran testigo” – como llegara a llamarlo el mismo Juan Villoro– retrata este conflicto de intereses.
Con cambios inminentes en cuanto a jugadores políticos se refiere y pocas señales que apunten hacia un cambio radical en esta lastimosa estrategia, un libro como La Guerra de los Zetas no sólo constituye un faro en medio del oscuro paraje que vivimos sino por mucho, un eje de apoyo extremadamente útil para quienes la realidad del país no es sólo contenido de noticiarios que se escuchan una vez al día o secciones editoriales que se quedan sin leer. Fuente(s): Staff Rolling Stone México.
Leer más: [1] La guerra de los Zetas[Redacción / SinEmbargo] Diego Enrique Osorno. La guerra de los Zetas: viaje por la frontera de la necropolítica. México: Vintage Espanol, 2013. 352 pp. ISBN-10: 6073110278, ISBN-13: 978-6073110273