Monday, August 12, 2013

México en Llamas; El Legado de Calderón: libro de Anabel Hernández



Texto publicado en El Debate

El libro de Anabel Hernández, México en llamas El legado de Calderón, se está convirtiendo en un éxito editorial y de lectura obligada, como su anterior entrega, Los señores del narco, donde retrata esa parte oscura de las instituciones nacionales de seguridad pública que nos resistimos a ver con objetividad. Anabel dedica el libro "a todas las víctimas de la violencia y la persecución y la injusticia del sexenio del terror".

Se trata de una obra escrita en un lenguaje directo. Pretende fundamentar, con pruebas, que Felipe Calderón no sólo fue un gobernante irresponsable y autoritario, sino un infractor de la ley, un delincuente que desde la silla presidencial tuvo la incongruencia de lanzar al Ejército a las calles para combatir al narcotráfico, pactando a la vez con las principales organizaciones criminales.

Su legado es brutal. Dejó al país en manos de una nueva geografía de la delincuencia. Una dispersión de células de emprendedores criminales sin control. Heredó una policía en la cual los buenos servidores públicos se confunden con agentes de los cárteles. Considera a Genaro García Luna como el policía más corrupto en la historia de México. El exmandatario también destrozó al PAN, según la periodista.

Igualmente quebrantó el honor y la credibilidad del Ejército, otrora institución ejemplar. Heredó más pobreza y corrupción. También fue el principal artífice de la debacle electoral de Josefina Vázquez Mota. Lo retrata como un personaje siniestro, sin freno para groserear a sus funcionarios y dirigentes del PAN. Lo nombra "Caldenerón".

Anabel Hernández, autora del famoso y revelador libro “Los Señores del Narco”, cierra una trilogía periodística de seguimiento a un sexenio polémico, sangriento y de consecuencias aun presentes: El crimen organizado creció e inundó las calles de México repartiendo muerte y mutilaciones humanas en episodios que hoy cada mexicano tiene bien marcados. Felipe Calderón Hinojosa, ex presidente de México, fue el adalid de esta trágica orquesta a partir de la guerra que impulsó contra el narcotráfico que tuvo consecuencias que hoy cifran más de 60 mil muertes.

Coahuila y Chihuahua son de los escenarios más sangrientos y peligrosos del mundo, adolecidos por la pesadilla originada por el narcotráfico, entre otras regiones del país. La ganadora del Premio Nacional de Periodismo sabe que el país quedó incendiado. Pero lo que pasó no es inenarrable para Anabel Hernández. Ella retrata esto en “México en Llamas. El Legado de Felipe Calderón”, una fúnebre y documentada descripción de estos seis años en los que incluso su propia vida fue amenazada. Ella se mantiene impasible en su intención de dejar en claro, por escrito y como un documento lleno de fuentes y testimonios, que lo que pasó es un trauma que debe recordarse para que no sea repetido nunca más: “Lo que vimos este sexenio, por supuesto, rompe cualquier parteaguas de dolor, de crimen, en el país. Evidentemente, para mí es necesario que la gente no olvide lo que significa Felipe Calderón y no olvide de qué está hecho realmente el PRI”, dice a VANGUARDIA.

La periodista habla del libro publicado por Grijablo, donde realiza un perfil del polémico Genaro García Luna, ex Secretario de Seguridad Pública (SSP), y los montajes que hacía para engañar hasta a su propio equipo. Del que llamó en su momento “General X”, un controversial heraldo del gobierno que trataba con el narco (algo que el gobierno de Calderón negó siempre), y que en circunstancias extrañas falleció en un atentado en una colonia popular en la ciudad de México en 2012, por lo que hoy Hernández puede revelar su identidad: Mario Arturo Acosta Chaparro.

Habla de un equipo de la SSP de García Luna plagado de empleados de dudosa reputación y con enriquecimientos súbitos. Y de los militares, los cuales quedaron rebajados a piezas de ajedrez con sumo descrédito y plenamente debilitados, pues no estaban preparados para la llamada “guerra contra el narcotráfico”. Hernández recuerda también la solapada corrupción de los hijos de la ex primera dama, Martha Sahagún, una mujer muy cercana a la extorsión de empresarios; y de los “mercenarios” que surgieron, jóvenes sicarios que matan víctimas para el mejor postor; todo ello bajo el mandato y corrupción de un presidente al que describe como traidor con los suyos, colérico y megalómano.

-¿Qué representa ‘México en Llamas’ en tu trabajo periodístico?-

“Es como el tercer libro de una trilogía que hice a lo largo de todo el sexenio. No es que yo de pronto venga, critique y cuestione un gobierno que ya terminó. Lo hice realmente como periodista de investigación durante todo el sexenio. En el 2008 publiqué mi libro ‘Los Cómplices del Presidente’ donde hablo de la corrupción de Juan Camilo Mouriño, de (Genaro) García Luna, de Calderón: cómo se conocen, cómo se hace esta amalgama de complicidades.

“Hablo ahí de los primeros antecedentes pseudocriminales de Genaro García Luna, cómo había cartas de secuestradores que lo incriminaban de haber protegido a secuestradores. Después viene en el 2010 el libro de ‘Los Señores del Narco’, que es un examen mucho más profundo de cómo México llegó a la situación que estamos hoy. Cómo el narcotráfico fue creciendo en los gobiernos del PRI hasta llegar a ser prácticamente un ‘narcogobierno’ en las administraciones del PAN. Y ‘México en Llamas’ es esta última faceta del terrible gobierno de Felipe Calderón”.

-¿Un ejemplo de esta relación gobierno-narco?-

“Justamente hablo en uno de estos episodios, cómo Calderón mandó a negociar a Mario Arturo Acosta Chaparro con los narcotraficantes. Yo ese episodio lo narro en el libro de ‘Los Señores del Narco’. A Mario Arturo Acosta Chaparro lo llamo el ‘General X’. Hoy puedo decir su nombre tristemente: esta fuente de información mía fue ejecutada en abril pasado en una colonia popular de la ciudad de México y fue ejecutado por lo que sabía, porque sin duda alguna hubiera sido una piedra en el zapato de Felipe Calderón, porque a él sí le consta como le ordenaban ir a negociar con los narcotraficantes. Porque a él sí le consta cómo Juan Camilo Mouriño y Calderón no querían combatir al narcotráfico. Querían hacer migas con ellos”.

-Mencionas que la estrategia contra el narco no era dictada por parte de los militares, sino por la polémica SSP que comandó García Luna: ¿Cómo influirá esto el nuevo sexenio con Peña Nieto y el regreso del PRI?-

“Otro de los capítulos del libro ‘México en Llamas’, y por eso México queda en llamas, es donde explico por qué Felipe Calderón desde un principio tenía la mala intención —no fue un error, no fue una falta de cálculo, fue una mala intención—, de debilitar el ejército. Nos hace creer a los mexicanos que al sacar al ejército a las calles, éste era el responsable de la estrategia contra el narcotráfico. Aunque en realidad la dependencia que diseñaba a dónde tenían que ir los operativos, que decía a qué narcotraficantes capturar y a cuáles no, era la Secretaría de Seguridad Pública Federal (SSP).

“Mientras más militares salían de sus cuarteles a las calles, más presupuesto daba Calderón no a la SEDENA (Secretaría de Defensa Nacional), sino más presupuesto económico daba a la SSP, más la empoderaba. Entonces, llegó un momento en el sexenio que el ejército quedó en este bajo nivel. Para cualquier país del mundo el ejército es un garante sobre la soberanía nacional, sobre la gobernabilidad, todo lo que el concepto del ejército nacional conlleva. Bueno, pues Felipe Calderón lo disminuyó para elevar el rango y el poder de la SSP. 

“Los resultados están a la vista: un ejército debilitado, fracturado, un ejército que muchos de sus mandos terminaron corrompiendo con el narcotráfico, otros que trataban de combatir eso están ahora en la prisión irónicamente como el general Tomás Ángeles Dauahare, quien está en la cárcel porque también le consta cómo Calderón no hizo nada para frenar al narcotráfico y porque ya estaba muy cerca del PRI para el gobierno significaba un peligro lo que el General Ángeles Dauahare pudiera contar, pero el ejército queda terriblemente debilitado”.

-¿Y la nueva SSP?-

“Se anunció que uno de los militares más polémicos, que más señalamientos tiene de presuntos nexos con el narcotráfico, el que fue el comandante de zona en Guerrero cuando creció el cártel de Sinaloa y los hermanos Beltrán Leyva en esa región, el que fue comandante de zona del campo número uno de la ciudad de México en el Estado de México, lugar a donde también llegó el cártel de Sinaloa y los Beltrán Leyva a asentarse: Salvador Cienfuegos, fue nombrado secretario de Defensa Nacional y si no nos ponemos listos, Salvador Cienfuegos va a ser el nuevo Genaro García Luna del sexenio”.

-Mencionas a los jóvenes sicarios, quienes dejan tragedias como en 2011 en Guadalajara, con la masacre de civiles inocentes por designios de grupos criminales; son títeres que ignoran por qué matan. ¿Qué tanto influye la ignorancia en esta narcoviolencia?-

“Influye mucho la ignorancia, pero sobre todo influye mucho la impunidad. Estos pequeños grupos criminales, que ni son células criminales, ni son los grandes cárteles, sino yo los llamo mercenarios, son criminales que subcontratan su mano de obra criminal al servicio de los cárteles, de las asociaciones criminales o de quien les pague; estos cuates son mercenarios, hacen lo que se les diga siempre y cuando se les pague bien. Estos jóvenes son producto de este caos en el que queda México, de la falta de oportunidades económicas. Son producto evidentemente de la ignorancia, de la falta de oportunidades para estudiar, pero sobre todo son producto de la impunidad”.

-El periodista John Lee Anderson dijo que no se puede pensar esto sin ver a nuestros vecinos de Estados Unidos, país que debe destapar la cloaca de que ellos son los consumidores, los que trafican las armas, los que hospedan a los narcotraficantes. ¿Cuál es tu opinión sobre los Estados Unidos en esto?-

“Yo creo que es una visión diferente. Yo soy de las que piensa que los problemas los deben resolver los países que los originan. Y quien originó esta situación es México. Donde está la corrupción es México. Sí, de Estados Unidos pueden pretender meter un montón de armas a México, ¿y que las aduanas de México están de adorno? ¿Que no hay una policía aduanal que debería estar verificando que no pasen ni armas, ni migrantes, ni este tipo de cosas? Estamos hablando de que pensar en eso ‘Ay, sí, hay que mirar a Estados Unidos y exigirle’, es declinar la responsabilidad legal que tiene este gobierno de por lo pronto limpiar esto que pasa en México.

“Yo no sé si Peña Nieto pueda resolver los problemas de los gringos, no creo que pueda. No creo que a los gringos tampoco les interese gran cosa que lo haga. Pero tienen la obligación legal de sí resolver los problemas que están en México, no escudándose como el señor Felipe Calderón: ‘Es que los gringos consumen’. Habrá que recordar al señor Felipe Calderón cuando más se multiplicó el consumo de drogas en México, entonces no sólo los gringos consumen”.

El Legado de Calderón - Entrevista a Anabel Hernandez [2013]

Fuente: Anabel Hernández, en el infierno de Calderón.



Leer más: 

[1] México en Llamas, el Legado de Calderón con Cármen Aristegui en CNN
[2] Anabel Hernández con Rubén Luengas: México en llamas (@rubengluengas)
[3] México en Llamas, un libro de Anabel Hernández, complementario a Los Señores del Narco
[4] El gobierno del D.F. ya no le proporcionará escoltas a Anabel Hernández
[5] OFFICIAL Mexico Ahora o Nunca Part 1 of 6 (Realice la búsqueda del resto de las partes).

Anabel Hernández. México en Llamas: El Legado de Calderón. México: Grijalbo, 2013. 296 pp. ISBN: 6073112890

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